Capítulo 13. Reviviendo el pasado, fincando el futuro.

Hola reinas aqui el nuevo capitulo va dedicado a una chica que es muy especial para nosotras Mariava nenaaaa te queremos muchoo que te la pases muy bien en tu dia y que te llenes de muchas bendiciones MUCHAS FELICIDADES!!!...

Y como a todas nosotras nos gusta celebrar muyyyy bien ps leeannn el capitulo que no se van aburrir para nada, se los aseguro   ;)

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KPOV

Era increíble como pasaba el tiempo; ya nos hallábamos a días de la navidad y mi embarazo ya iba por la semana veinte de gestación. Hacía unas pocas semanas tuve otro control más y gracias a Dios todo parecía marchar sobre ruedas.

Fue una consulta bastante fuera de lo común ya que, prácticamente, le invadimos todo el lugar a John por la cantidad de personas que éramos, bueno hasta el pobre de Richard fue arrastrado ahí por su mujer y sus hijas. Mis análisis de sangre y demás estudios dieron todos muy bien, seguía un poco anémica pero nada de gravedad; Jonh nos calmó diciéndonos que era perfectamente normal y más en mi caso que tenía que ayudar a desarrollar a dos seres humanos, mi cuerpo demandaba el doble de energía que la de un embarazo de un solo feto.

También nos habló sobre el parto; yo quería intentar un parto vaginal pero el doctor nos aclaró que eso lo decidiríamos ya en el final del trayecto, si los dos estaban ubicados de cabeza podríamos hacer un intento, pero si alguno se le ocurría ubicarse de otra manera haríamos una cesárea. Igualmente nos pasó el número de teléfono de la partera que siempre trabajaba con él para que ya la vayamos conociendo y creando un vínculo, y en el caso que no nos agradara, tener el tiempo suficiente para buscar a otra persona.

Su nombre era Laura y por lo poco que hablamos por teléfono, ya me agradaba. Teníamos nuestra primera consulta luego de las fiestas. Igualmente retomé mis clases de yoga y empezaría hacer un poco de natación, para preparar los músculos del piso pélvico y que me resultara más fácil el parto.

El momento de la ecografía fue todo un evento, nunca vi a mi suegra llorar tanto cuando vio a sus pequeños nietos. Habían crecido un montón; ahora si se les notó muy claramente su sexo y nos ratificó lo que ya sabiamos, nuestro hogar sería bendecido por una ranita y un sapito; de peso iban muy bien, parecía que nuestra niña iba ser mas grandecita que su su hermano, ya que ella pesaba 115g y él 110g,; también iba ser más alta porque medían 11 cm y 10 cm, respectivamente.

Fue un momento mágico ver como los dos sin querer se tocaban sus rostros o se les enredaban sus piernitas entre sí; hasta nos pareció ver como mi sapito tomaba la mano de su hermanita. Ya desde el útero se notaba como la iba a cuidar, Robert con el pecho inflado obviamente, estaba más que orgulloso de ello, según él le iba a enseñar como defender a su hermana de todos los gusanos que se le acercarían. Dentro mío solo me imaginaba todos los dolores de cabeza que me iban a dar mi dos hombres y el tormento que sufría mi hija si su hermano solo llegara a ser una cuarta parte de lo guarda bosque que será su padre.

Ahora estábamos nuevamente en Los Angeles, acordamos pasar Navidad en lo de mis padres puesto que el año anterior lo festejamos en Londres. Igualmente eso no era impedimento para que mi familia inglesa no disfrutara de la noche buena con nosotros, ya que se vinieron todos para América.

Siguiendo un consejo de Richard, invertimos una parte de nuestra fortuna en bienes raíces, teníamos varios departamentos y una casa que mayormente durante el año estaban en alquiler y de esa forma nos retribuía otra ganancia más. Gracias a eso, todo el clan Pattz se distribuyó en la casa que poseíamos en Calabazas y justo había sido desocupada para reformarla un poco ante de ponerla en venta para comprar una de mayor superficie y dejarla para el uso exclusivo de la familia.

Habíamos almorzado en la casa de mis padres, Robert iría más tarde a comprar los regalos de navidad junto con Lizzie y Vicky, mientras que yo me quedaría a cuidado de Mady; le había prometido hacer galletas navideñas.

Mientras esperábamos la llegada de sus hermanas, nos fuimos a recostar un rato en lo que era mi antigua habitación. Lo malo del embarazo es que seguía cansándome mucho y tenía un poco hinchados los pies; gracias al cielo mi hombre tenía unas manos benditas que no solo servían para darme fantásticos orgasmos sino también para relajarme con unos exquisitos masajes.

Estaba recostada sobre su pecho, jugando mis piernas con las suyas mientras  me tarareaba una melodía.
- ¿Recuerdas cuando me quedaba a dormir aquí? -preguntó, acariciándome la espalda.
- No dormías aquí, sino en la habitación de la otra punta; que te escaparas a mitad de la noche hasta acá es otro tema- me burlé-.
- Tú tampoco te enojabas mucho, aquella primera vez dejaste que te cobijara, aún cuando recién nos conocíamos y tu bueno estabas con...- no terminó la oración, pero por su tono entendí perfectamente a quien se refería.

Flash Back


Ya habíamos seleccionado al Edward Cullen para la película, era un actor británico llamado Robert Pattinson;  decían que había actuado en Harry Potter, bien no lo recordaba.


Como era nuevo en Los Angeles, lo invite a mi casa a cenar; en realidad quería hablar un poco de como íbamos a llevar nuestros personajes a cabo, ya que el amor que existía en ambos era el que cualquier mujer soñaba. Inclusive yo misma.


Como se hizo muy tarde mi madre siempre tan bondadosa con los sin hogar, lo invito a cenar y hablando de todo y nada, cuando nos dimos cuenta ya era de madrugada por lo que se quedó a dormir en casa, en el cuarto de huéspedes.


Le preste unas prendas de mi hermano Taylor para que descansara más cómodo y, luego, me fui a dormir a mí habitación; o al menos eso intenté. No sabía exactamente porque el sueño no venía hacia mí, ya que mi cuerpo se encontraba muy cansado pero mi mente no se quería relajar.


Di vueltas por toda la cama, vi un poco de televisión, hasta me puse a leer un libro ¡Solo me faltaba contar ovejas! Decidí bajar hasta la cocina para servirme un poco de leche tibia y ver si conseguía dormir.


Cuando prendí la luz de la cocina casi morí del susto de muerte al encontrármelo allí, con el torso completamente desnudo y solo con unos pants holgados.
- Lo siento, no era mi intención asustarte. No podía dormir y vine a buscar un poco de leche- me comentó. Yo no dejaba de mirar su cuerpo; no estaba muy marcado pero una energía extraña, no conocida, recorría cada fibra de mi cuerpo. Era como un magnetismo me atraía hacia ese cuerpo de ensueño. Fui bajando la mirada hasta quedarme embobada viendo la parte donde debía estar su…. Ropa interior… ¿Podía ser posible que se le marcara tanto? ¿Cómo sería sentirlo dentro de mí?
-Concéntrate Kristen y cierra la boca- me regañé a mí misma.
- Perdón ¿Dijiste algo?- me preguntó. Deseaba que en este preciso instante la tierra me tragara.
- Nada... Yo tampoco puedo dormir y venía a buscar un poco de leche- me acerqué hasta el estante para buscar un vaso. Robert lo tomó de mis manos y vertió un poco de su leche.
- No hay más, así que mejor compartimos ¿Te parece?- me quede hipnotizada por sus preciosas gemas grises. Un calor en mi bajo vientre crecía con rapidez. Solo me limité a asentir.
- Sabes.... Te traje algo... pero me apena dártelo- agachó la mirada; parecía un niño tímido-.
-¿Qué?- me acerqué-.
- Lo tengo en la habitación, lo busco y te lo alcanzo hasta la tuya... Si sigues con tan poca ropa te resfriaras- en ese momento me percaté que solo llevaba puesto una musculosa azul y un culotte blanco. No me gustaba dormir con mucha ropa.
- Claro, te espero arriba- salí corriendo, muerta de la vergüenza. De fondo escuché una risita.
A penas llegué a mi habitación, me coloqué un short y acomode un poco el lugar, a toda prisa.
- ¿Por qué demonios estoy acomodando todo? Solo va a venir a darme algo y luego se va... ¡cálmate ya¡ me auto recriminé. Justo en ese instante tocó la puerta-Pasa. 
Él también se había vestido, ahora traía la remera negra de mi hermano. Sentí pena por eso.
- No sé si te va a gustar, pero... como dijiste que te gusta leer... pues pensé... Toma, -me extendió un paquete forrado con papel de regalos lleno de gatitos. Traía una nota.
"Para que te ayude a sentir como Bella y nos ayude a vivir grandes momentos juntos" 
Era un libro llamado “Doomed Love by Virgilio”
- Trata sobre las diferentes formas de amar- nuevamente agachó su mirada- No sé... lo vi y me hizo recordarte, - ¿Se había sonrojado?-
- Gracias, es muy amable de tu parte- nos quedamos ambos mirándonos sin decir nada, era como si el mundo se hubiera detenido. Mi gato Jella justo maulló.
- ¿Duermes con esa cosa?- preguntó con cara de espanto.
- ¿No te gustan los animales?- mi corazón se estaba por destruir. Yo adoraba a los animales-.
- Si me gustan, yo tengo una perra llamada Paty, pero los gatos no son de mi agrado. Muy ariscos para mí- negó con la cabeza-.
- Eso porque no conoces a mi JELL- lo tomé de la mano para que entrara- Vamos, si tendremos que trabajar por un tiempo juntos, será mejor que te lleves bien con él ya que siempre me acompaña en los viajes para no sentirme tan sola- nos sentamos en mi cama y tomé al gato, se lo puse encima- Robert él es Jella- mi gato lo miró con cara de intriga.
- ¿Tiene nombre de mujer y es macho?... jajaja hiciste a tu gato gay- en ese momento Jell le clavó las uñas en su mano- AUCHHHHHH... vez por eso no me gustan, son trampozos- se sobaba como si hubiera hecho mucho daño, mi pobre gatito-.
- Jajajajaja eso te pasó por burlarte del pobre- estaba que me moría de la risa; él no dejaba de quejarse por su herida- a ver niña llorona, muéstrame donde supuestamente te lastimó- se negó- Vamos Robert, si es muyyyyyyy grave- exageré la expresión- Te sanaré- me mostró la herida-
- Ayyyyyyy duele- se volvió a quejar. 
- A penas es un rasguñoncito- volví a cargarlo-.
- Para tí... pero a mí me duele-  sobaba su propia herida.
- Niñata llorona, -volví a mirar la herida- Sana sana, colita de rano, si no sana hoy, sanara mañana- acaricié la zona y luego le di un beso- ¿ Mejor?
- Mucho, tus besos son mágicos- sus ojos se habían oscurecido- Creo que es mejor volver a mi habitación- se levantó todo apresurado-.
- ¿Ya te vas?- algo en mi interior no quería que se marchara, al contrario, lo necesitaba a mi lado.- ¿No quieres saber la historia del por qué tiene un nombre femenino?- me mordí los labios; era una estúpida mentira para que se quedara. Lo pensó por un momento-.
- Bueno- se sentó nuevamente en mi cama, recostándose contra el cabecero.
Una cosa llevó a la otra y terminamos hablando de nuestra propia vida. Mi cuerpo al fin se relajó y me recosté sobre la almohada para estar más cómoda. En algún momento, había perdido ya el conocimiento y me fui al país de los sueños; rodeada por los cálidos y suaves brazos de Rob.
- Descansa Ángel, pase lo que pase prometo velar tus sueños- fueron las palabras que creí dijo dentro de mi  inconciencia-


Fin del Flash Back

Eso es cierto, creo que mi corazón se percató desde el primer momento quien era y es su verdadero dueño; pero mi mente no estuvo del todo de acuerdo al comienzo- me callé por un momento- Todo debía pasar en su determinado momento... así como fue la perdida de nuestro pequeño Sol y ahora la llegada de nuestro maravilloso par; en ese tiempo ambos debíamos madurar y aprender que no todo es color de rosa en esta vida. En verdad crees que si te hubiera dejado entrar en mi cama desde el primer momento ahora estaríamos así?- me puse de costado para mirarlo a los ojos-.

- Tú dices ¿si hubiéramos tenido sexo esa noche que nos juntamos a ver El último tango a París?- asentí- Pues ésa noche ganas no me faltaron de arrancarte toda la ropa y hacerte mía, pero creo que entiendo a donde apuntas... Quizás solo lo hubiéramos tomado como sexo ocasional- volví a asentir- Igual tu nunca hubieras sido una mujer para pasar el rato; yo siempre supe que serías la importante en mi vida- acarició mi rostro-.

- Aún me cuesta entender que te hayas enamorado de mí desde esa película- me reí-.
- Quieres que te vuelva a decir toda la lista de tus grandiosas cualidades- se puso encima de mí, cuidando no aplastar mi panza- Eres hermosa, tus ojos son los más bellos que he visto en mi vida, tus pecas hacen un mapa delicioso que me gusta descubrir, tienes el mejor culo del mundo…tus piernas, Dios tus piernas me volvieron y me vuelven loco, debería asegurártelas- nos reímos- Pero sobre todo tienes un alma y personalidad maravillosa. No solo eres mi mujer, también mi mejor amiga.- me miró con esos ojos grises que me hacían desfallecer-.
- Te amo... Siempre serás el hombre de mis sueños y el eterno dueño de mi corazón- nos besamos, con mi lengua busque la suya para que danzaran sin culpas, sin temores, solo con el amor infinito que nos profesábamos.

Luego me volví a recostar sobre él. Ambos nos sumergimos en un agradable silencio.
- Deberíamos comenzar a pensar en nombres. No te parece?- él rompió con el silencio-.
- ¿Tienes alguno en mente?...Creo que tiramos la lista que armamos para la vez pasada- me acomodé mejor sobre é-.
- Traje conmigo el libro de los nombres, espera que lo busco- se levantó y rebusco en su mochila- ¡Acá está!- vino hasta mí con una gran sonrisa.- ¿Por dónde empezamos?
- Abre en algún lugar y vamos viendo- me acerqué hasta mi escritorio para agarrar papel y lápiz.- Ya tenemos lo necesario para crear una nueva lista.
- Nos tocó la A pero para niñas- asentí, me senté como indio y presté atención.- Ummmm haber..... Ana, Analía, Anastacia- me miró y vio como frucía el seño- Agostina, Alexandra, Alexia.
- Ummm esos últimos tres me agradaron podríamos anotarlos- asintió.
- ¿Quieres saber los significado?- asentí- Agostina: Del latín de la familia de Augusto, el venerado; Alexandra y Alexia tienen el mismo significado, son variantes de Alejandra: La protectora. Del griego La que defiende al hombre.
- Me gusta ese significado- le sonreí. Justo en ese momento tocaron la puerta.
- ¿Están vestidos, presentables o estan haciendo travesuras?- Preguntó mi cuñada desde la puerta.
- SI- gritó Rob, rodando sus ojos-.
- Acá les traje a la hormiga- Mady salió detrás de las piernas de Victoria-.
- ¡Tita!!!- vino corriendo hasta mí- Te estane... hola panza- besó mi vientre-.
- ¿Para mí no hay saludo?- Rob la tomó en sus brazos; ella negó con la cabeza- Entonces te tendré que llenar de cosquillas- la acostó y no paraba de atacarla con las cosquillas. Mady no paraba de reír-.
- Bata tito... Bata- las lágrimas se le caían de tanta risa. Rob se detuvo por un momento- Ola Tito Bob.- lo abrazó y le dio un beso muy sonoro.- Ahora eso está mejor princesa- Mady volvió a mis brazos.- ¿Ya estás lista?- le preguntó a Vicky.

- Si, Liz y mamá se quedaron hablando con Jules abajo, para ver que cocinaban para Noche Buena- tomó el libro de los nombres- ¿Buscando nombres?- ambos asentimos. Ella nos sonrió.- Madison pórtate bien con la tía Kris, recuerda que ella no puede andar correteando por toda la casa, por la panza ¿Si?- le pidió muy tiernamente a su hija-.
- Pometo cuidar muy bien a la panza- se abrazó más a mí-.
- Así me gusta mí enana- Rob le revolvió tiernamente su cabello- vamos yendo que ustedes seguro me hacen recorrer toda California por los benditos regalos- Se acercó y me dió un beso húmedo- Cuídense y no sigas todas las locuras de Mady- siempre tan sobreprotector-.
- Vayan que con la hormiga la vamos a pasar muy bien ¿Verdad?- le preguente a mi niña de ojos grises.
- SIIIIIIII- dijo saltando sobre la cama.
-MADISON... ¡Qué te dije antes!- la regaño Victoria.
- Upsi.- se sentó y comenzó a chuparse su pulgar.
- Vayan, no se preocupen por nada; o sino se le va hacer demasiado tarde- prácticamente los eché del lugar. Cuando al fin se fueron, las dos nos miramos con una sonrisa pícara en la cara.
- ¿Te gustaría preparar galletas navideñas?- sabía cuánto le gustaba ensuciar toda la cocina.
- Siiiiii- volvió a saltar sobre la cama, cuando se dieron de eso se quedó quieta, me miró esperando que la regañara pero en vez de eso ambas nos morimos de la risa.
Sin duda sería una tarde muy entretenida.

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Tal como lo había predicho, llenamos toda la cocina de mí mamá de harina, huevos, canela y chocolate. Madison parecía un fantasma, tenía harina por todo el cuerpo y sus manitos llenas de masa.
Hicimos pinos, botitas, perros, gatos, conejos y muérdagos; ahora se estaban cocinando y luego prepararíamos glasé para bañarlas y llenarlas de confites y granas.

- Bueno hormiga, ahora esperar unos veinte minutos para que se cocinen, se enfrían y luego la decoramos. Ahora a limpiarte y ordenar éste desastre mi pequeño Gasparín- le limpié con un trapo su nariz blanca-.
- Sip tita, yo quero decolar una para mis abus y titia Ely- me comentó mientras le enjuagaba las manos-.
- Y al tío Rob ¿No te gustaría decorarle una?- le pregunté. Si bien ahora ya estaba más dado con Robert, aún le tenía cierto recelo-.
- Nop, tú le haces la de él- frunció su naricita. Justo iba a decirle algo para intentar persuadirla, cuando sonó el timbre. Miré la hora, iban a ser las cuatro y media de la tarde.
- Quédate quieta aquí y yo voy a ver quién está en la puerta ¿Si?- le pedí a mí sobrina, una vez que la bajé de la mesa.
- Sip tita me poto ben- se llevó su pulgar a la boca y tomó su muñeca de cenicienta-.
Antes de abrir la puerta, me miré en el espejo de la entrada y me quité un poco la harina que también traía en el pelo. Miré por el portero, parecía un hombre, pero estaba de espalda. Me acomodé mejor el delantal que llevaba puesto para ocultar mi vientre.
- ¿Si que desea?- abrí la puerta.
- ¿Kristen?- casi me caigo, al descubrir a la extraña persona-.
- Michael ¿Qué haces aquí?- aún no salía de mi asombro. Hacía años que no lo veía en persona, aunque mantuviéramos alguna que otra conversación en el año sobre todo al vivir tan cerca de casa de mis papas.
- Vine a traerles un regalo a tus padres de parte de mí madre; no te olvides que aún somos vecinos, aunque tú vivas a miles de kilómetros- eso era cierto y a pesar que lo nuestro no funcionara, entre las familias se llevaban bien.
- Tú mamá no se tendría por qué haber molestado- tomé el presente y lo coloqué en una mesita de entrada.
- No esperaba verte por aquí, te hacía en Londres- metió sus manos en el bolsillo-.
- Este año tocaba pasar las fiestas aquí, además puede que sea la última vez que pueda viajar hasta aquí- me mordí el labio-.
- ¿Piensas radicarte por completo a Reino Unido?- levantó sus cejas.
- Bueno ya llevo bastante tiempo radicada allá, pero el trabajo y la familia siempre me trae de vuelta aquí. Más bien no voy a poder viajar por órdenes del médico- me encogí de hombros.
- Acaso tú...- le corté antes de que terminara de hablar-.
- OH no, no... es nada grave, solo es que estoy embarazada- me levanté el delantal y deje al descubierto a mis hermosos hijos. Su cara fue de una total sorpresa-.
- Guauuuu- dijo aunque un poco no sabía que hacer- Creo que debería de felicitarte- me abrazó-. En el momento me costó reaccionar, fue raro sentir su cuerpo cerca del mío; le devolví el abrazo más que nada por compromiso, ya que me sentí incomoda, mi mente rechazaba otro hombre tan cerca mío. Un bultito se nos interpuso-
- ¡Suelta a mí tita, ella es mía y de mi tito Bob!- Maddy le dio un pisotón.
- MADISON- la reprendí- Eso no se hace, queda muy feo- ella me giró el rostro y le hecho una mirada de furia a Mike; en ese momento me hizo acordar a alguien de su familia- Pide disculpas, eso no se hace- no dijo nada- Estoy esperando algo señorita o le diré a Santa que no te dé tus regalos.-
- L-o s-e-n-t-o- dije a regañadientes, no me cabía duda, era el fiel retrato de su tío Robert. La alcé a upa y la presenté-.
- Maddy él es Mike un viejo amigo de la Tía, no tienes porqué tratarlo mal- seguía mirándolo con odio, igual a la forma que mi amor lo miraba cuando aún no era suya, como temiendo que en cualquier momento la soltara y me fuera corriendo con Michael.
- Hola bonita- Mike quiso agarrarla, pero ello se escondió en mi cuello y se abrazó a mí como una garrapata.
- Es un poco tímida con los extraños, -la excusé, si supiera que se iba con el primero que la volteara a ver…-. Justo sonó la alarma del horno- Preparamos una galletitas ¿Quieres pasar a tomar algo?- le ofrecí-.
- No quiero ser una molestia- negué con la cabeza- Bueno en ese caso- se encomió de hombros- Hace mucho que no pruebo tus galletas.

- Vamos a la cocina y preparo algo caliente para tomar- ingresó a la casa. Nos dirigimos hasta la cocina, bajé a Maddy al piso pero igualmente no se despegó de mí lado.- ¿Qué te gustaría tomar? Puedo prepararte un poco de café o un té.- saqué las galletitas de horno-.
- Lo que tú tomes para mí estará bien- se sentó-.
- Esa es la sila de mi tito- le dijo Mady. Michael se me quedó mirando-.
- Mady- volví a retarla- Las sillas no tienen dueño y uno se puede sentar donde guste.- Ella bufó y se cruzó de brazos; decidí no hacerle caso- Yo me voy a preparar un té, café no tomó por mis bebés- me acaricié el vientre-.

- No hay problema por mí- me sonrió, puse el agua a calentar.- ¿Hablaste en plural?.
- No entiendo tú pregunta- en verdad no sabía de lo que me hablaba-.
- Qué dijiste mis bebes, en vez de mí bebé-  me aclaró-.
- Es que son dos- dije como si nada y continué preparando las tazas-.
- ¿Dos?- asentí- Guau hoy no paras de sorprenderme. Va ser un gran trabajo criar a dos personas al mismo tiempo- coloqué una taza frente a él-.
- Robert va a tomarse un descanso en grabar; canceló un contrato que ya había firmado para estar a mí lado y ayudarme. Yo le dije que no era necesario, que con mi mamá, mi suegra, cuñadas y Maggie me alcanzaría pero con lo terco que es él, ya veo que hasta que los chicos no entren al kinder no vuelve a trabajar- me reí mi proyección del futuro-.

- Parece que sigue tan apegado a tí como siempre- comentó un poco mordazmente-.
- Ambos somos muy apegados y estos bebés- acaricié mi pancita- Son muy deseados y amados ya desde antes de saber de su existencia.- se me quedó mirando con un poco de …¿melancolía?. Le di la espalda, tomé la pava y serví los té.
- Princesa ¿Te preparó tú leche?- tomé su jarrita de cenicienta-.
- Sip... pedo comel las galetitas- iba a tomar una de la bandeja pero se quemó, comenzó a llorar-.
- Hay mi bebé está caliente la bandeja- la alcé a upa- Mike tráeme un poco de hielo, por favor.
- Duele- se quejó mi niña-.
- Shhhh, ya va a pasar- le tiraba agua fría sobre la herida de su bracito, justo en la muñeca tenía rojo-.
- Toma Kiki- me paso un trapo y el hielo-.
- ¡¡¡Es Qisten no kiki¡¡¡ -le gritó aun llorando-
- Haber mi princesa, deja de llorar, tú eres una nena valiente. No es eso lo que siempre le dices a tú tío, que eres fuerte y valiente- Le coloqué el hielo sobre la herida-.
- Sip- me contestó gimoteando-.

- Es solo una quemadita nada grave- retiré el hielo para ver el estado de la herida- Vez ya solo quedo rojito... Si digo las palabras mágicas ¿Te sentirás mejor?- asintió- Sanita, sanita colita de ranita, que mí Mady sane ahorita- la acaricié suavemente- ¿Pasó? o digo nuevamente las palabras mágicas.
- Pacho- se miró la herida- Te quero mucho tita- me abrazó-
- Yo también princesa, ahora borremos esa lagrimas feas de tu rostro y tomemos la leche-
- Déjame que yo llevo las cosas, siéntate con Mady- se ofreció Mike. Puse la leche a entibiar en el microondas antes de sentarme- Toma hermosa- le dio su jarrita pero ella no se la agarró, la tomé yo; se acurrucó en mi pecho y se la dí.- Parece que está muy apegada a tí.
- Si, suele pasar mucho tiempo en mí casa. Victoria al trabajar se la suele dejar a Clare, pero si ella no puede, Robert o yo la cuidamos. Debido a eso ahora tenemos todo un problema de celitis hacia su Tío y la llegada de los bebes.- lo dije despacio para que Mady no me oyera-.
- Me puedo imaginar perfectamente sobre lo que hablas- se me quedó mirando, cambio inmediatamente su expresión y dijo- Al menos te sirve de práctica, te queda muy natural ser madre y pensar que antes odiabas la idea- se rió-

- Era una adolescente, obviamente no pensaba en pañales-me reí- Pero llegas a una edad y te replanteas otras cosas; es una forma de prolongar el amor, una partecita única del hombre que amas y tuya.
- Me alegro qué pienses de esa forma- un silencio tenso se formó entre nosotros, el desvió la mirada como recordando otros tiempos-.
- Tú trabajo ¿Cómo anda? ¿Terminaste de grabar esa película que me habías comentado la última vez que hablamos?- cambie el tema de conversación-.
- Si hace varios meses, ahora está en etapa de edición ya sabes cómo es hacer películas independientes- asentí- Igual creo que ya voy a dejar la actuación- comentó frustrado-.
- ¿Por?- pregunté ingenuamente.

- Vamos Kristen, no todos somos el ingles amado por todos los directores de la industria o la flameante ganadora de un Oscar que les llueven papeles; hay personas que cada vez más nos cuente conseguir un buen papel, y creo q a mí ya se me pasó mi cuarto de hora- sentí que me miraba con un poco de envidia, como cuando le empezó a molestar el éxito de Twilight hace tantos años-.
- Pues yo trabajé muchos años para que me reconocieran en la industria y Robert tuvo y tiene que esforzarse el doble para que lo consideren bueno, aún no lo han valorado como se lo tiene merecido- le aclaré.- Detrás de todo el brillo, hay mucho trabajo y sacrificio de nuestra parte.
- Como digas, pero sabes bien que tengo razón. Ustedes dos son la pareja de oro y hace muchos años que eso es así, se pueden dar el gusto de dejar de grabar para tener bebés y cuando decidan volver al ruedo, solo hace falta una llamada para que vuelvan a lloverles papeles. Mi caso no es el mismo, me voy a pasar la vida haciendo películas de bajo precio sin obtener ningún tipo de reconocimiento.
- No me imaginé que estaba tan enojado con la industria, sabes bien que ahora no son tiempos fáciles para nadie; te lo digo como productora- Maddy miraba muy atenta a Mike y seguía toda la conversación de repente  soltó su jarrita-.

- TITO BOB- gritó y se bajó de mi regazo para correr a su encuentro; yo solo me imagina la posible guerra mundial que se estaba por desatar con mi marido y Mike frente a frente-.
- Princesita- la alzó a upa y la giró sobre el lugar- Como extrañaba estos recibimientos- Busqué la mirada de Rob y sus ojos estaban un poco obscurecidos.- ¿La pasaste bien con la tía?
- Sip, hicimos galletitas, me quemé y tita canto canción mágica- le mostró su bracito herido- Taba tomando mi leche con el amilo de tita ¿Es tu amilo tamben?.
- Somos viejos conocidos mi princesa- lo miró por un instante- Hola Michael, tanto tiempo sin verte.- muy cortés le dio la mano.
- Lo mismo digo Robert, parece que los años te cayeron muy bien- no se soltaban del apretón de manos-.
- Me gustaría poder decir lo mismo- parecía que se comían con la mirada-.
- Robert- le llamé la atención. Era mejor que interviniera antes de que se mataran-.
- Hola mis amores- se acercó hasta mí con Mady a upa- ¿La hormiga se portó bien?- me rodeó con su mano libre la cintura y acarició a la ranita y el sapito.
- Si nos pasamos la tarde horneando galletas navideñas y luego vino Michael- contesté a toda prisa para que no se imaginara nada raro-.
- Yo voy a decolal una para ti, porque eles el mejor tito y mi tita te quere musho como yio- dijo Mady, dándole un fuerte beso en la mejilla-.
- Ummm entonces sera la más rica de todas las galletitas, hecha por las mágicas manos de tu tía y decorada por tí- dijo besando su manito herida, miró fijamente a Mike y me apretó más a su lado- ¿No estás de acuerdo Mike?

- Kristen siempre tuvo una gran mano para la cocina- contestó muy cortado-.
- Y no te imaginas lo que ha mejorado en estos años, no hay plato que le salga mal-  giró y me besó, fuerte con ansiedad, como queriendo marcar muy bien su territorio. Cuando se separó de mí, yo me encontraba sin aire. Mady reía divertida dando pequeños aplausos con sus manitas-.
- ¿Tú mamá y hermanas?- pregunté cuando recobré la conciencia y me percaté de sus ausencias-.
- Se quedaron comprando, yo ya conseguí todo lo que buscaba. Si me quedaba un minuto más iba a ahorcar a Elizabeth- me reí.- El próximo año iremos tú y yo de compras, eres mejor compañía que las psicóticas de mis hermanas. ¿Tú ya compraste tus regalos? –preguntó mirando a Mike.
- No lo haré en estos días- le contestó Mike- Felicitaciones por tus hijos-
- Gracias, mi hijo y mi hija son lo mejor que nos pudo haber pasado- me miró con dulzura- Ya hacía tiempo que los estábamos buscando, hasta que al fin los encontramos- besó el tope de mi cabeza- Tanto practicar valió la pena, ahora tengo todo lo que soñé en esta vida- iba a protestar, pero cuando lo miré y vi su amor infinito, todo lo demás pasó a segundo plano. Nuevamente formábamos nuestra propia burbuja interna, donde solo nosotros cabíamos y no nos importaba ni el donde, ni el cuándo.
- Tito queles que te muste las galletitas- la pequeñas nos trajo a la realidad.
- Claro princesa, muéstrame las delicias que cocinaron las más bonitas del lugar, -dió una palmadita en mi trasero, provocándome un saltito; luego se fue con Mady hasta la cocina.
- Creo que es mejor que me retire ya se hizo muy tarde- se levantó de su asiento, seguramente muy incómodo por la situación-.

- Te acompaño- me quité el delantal y me acerqué hasta Robert- Ya vuelvo amor- se giró y me besó en los labios-.
- No te tardes- asentí y fui con Mike, que ya me esperaba en la puerta de salida-.
- Bueno Kiki, fue un placer verte después de tanto tiempo- Mike me abrazó-.
- Tita, tengo tuño- Mady corrió hacia la puerta y se aferró a mis piernas, metiéndose entre los dos para separarnos. ¡Genes¡dije internamente-.
- ¿No quieres que el tito Rob te cante una canción ante de dormir?- intenté convencerla.

- Nop quero que me contes quento de bancaneves- se chupó el dedo y se rascó sus ojitos grises-.

- Bueno- la alcé a upa- Mike a mí también me agradó verte de nuevo. Dale mis saludos a tu familia y agradece de parte de mi mamá el regalo- lo quise besar en el cachete pero Mady se aferró a mi cara y puso cada una de sus manitas en mis mejillas, impidiéndome despedirme-
- Se los daré. Adios Madison- le besó la manito pero ella enseguida se escondió en mi cuello- Te tiene totalmente acorralada- me reí-.
- Pasa mucho tiempo con nosotros, por eso es muy posesiva. Ya veré como me las arreglo con la llegada de mis hijos- toqué mi panza-.
- Espero que todo salga bien- tocó mi vientre ylo acarició lentamente- Tendrán la mejor madre del mundo niños- les habló a mis bebes-.
- Lo mismo pienso yo- Rob apareció nuevamente detrás de mi espalda- Peque dame a Mady para que la recueste, no debes cargar tanto peso- quiso quitarme a la niña pero ella no lo dejo- Vamos hormiguita, ya sube a contarte tu cuento- ella cedió- Adiós Michael, Felices fiestas- se dio media vuelta y se fue hacia la habitación-.
- Perdón no es mi intención causarte problemas; mejor me voy- me besó en la mejilla- Cuídate y felices fiestas-
- Descuida, no está enojado- quizás esté celoso, posesivo, mandón, pensé para mí- Solo está cansado de tanto caminar- él asintió- Felices fiesta para toda tu familia- lo despedí y se marchó-.

Cerré la puerta y suspiré, ahora me tocaba calmar los celos de Robert.

Subí hasta mi antigua habitación, donde seguramente estaría Mady, Rob ya la había recostado y le estaba cantando una nana. Levantó la vista y me vio; se paró cuando me tumbé al lado de la niña.

- Voy a llenar el tanque del auto, cuando Madison se despierte volvemos la llevamos con mi hermana y luego vamos a casa- casi no me miró. Me hirió más esa actitud tan distante que un ataque de celos. Solo me limite a asentir-.

No solo fue a cargar gasolina, sino que seguramente dio varias vueltas porque se tardó casi dos horas en regresar.
A penas me vio me saludo con un beso, quise profundizar, pero él se alejó para hablarle a su hijos.

- Listos para volver a casa mi sapito y ranita- acariciaba suavemente y con delicadeza absoluta mi vientre- No estaría mal que ya empezaran a moverse- me reí.- Prepara a Mady, ya es hora de regresar- volvió a darme un beso rápido, pero al menos me regaló una sonrisa. Al parecer el paseo lo calmó un poco o quizás solo existió en mi mente la molestia de Rob, y todo estaba sin ningún problema…

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RPOV.

- ¡LA PUTISIMA MADRE!!!... PUTO ENANO CABRÓN ENTREMETIDO- golpeé el volante del auto.

Estaba hecho una furia. Si me fui de casa era para no pelearme con Kris y causarle stress a mis hijos. Ellos no tenían la culpa que enano de jardín siempre se quisiera colar en mi familia, y quisiera estar cerca de MI MUJER.

Tomé el celular y marque al único teléfono que me podría ayudar.

- 0-800- línea hot/británico/sexy al habla, ¿en qué puedo servirle?- dijo con tono que pretendía ser sexy ese imbécil-
- No estoy de humor para tus payasadas Tom- contesté hecho una furia-.
- UHHH amigo que pasó ¿Kristen se negó a tener sexo? ¿Kristen te echó de la habitación para meter a Bear? ¿Te confesó que siempre ha estado enamorada de mí y te va a dejar para vivir un romance conmigo? –preguntó nuevamente el imbécil-
- ¿Eh?... No claro que no, que locuras dices- le contesté casi al borde del colapso-.
- ¿Tonces? Crunch crunch- se escuchaba que estaba masticando algo-
- Me encontré con un enano de jardín al llegar a casa- frené a un costado de la calle. Estaba furioso pero tampoco me quería matar-.
- Solo dile a Kris que no te gusta ese arreglo y lo tiras- Dios no entendía a lo que me refería-.
- NO TOM... Me encontré con Michael, Michael Arangano, el cabrón hijodesuputamadre que es el ex novio de Kris- suspiré-.

- Ohhhhhh- se quedó callado por un momento- ¿No me digas que te la agarraste con Kris?- preguntó preocupado-
- No, claro que no. Sería muy estúpido de mi parte atacarla con el embarazo, pondría a mis niños en riesgo, y es lo que menos deseo. Pero... pero... Dios me enojó verlo con ella- dije frustrado-.
- Hermano debes aprender a dejar atrás el pasado. En el presente tú tienes una gran mujer a tu lado, hermosa, talentosa que te adora y dos hijos por nacer. Cuida eso y olvídate de la hormiga atómica- me reí por ese nuevo apodo-.
- Sabes, debes en cuando se te enciende la lamparita y dices buenas cosas- ví la hora y puse de nuevo en marcha el auto-.
- Vesh esh que no mesh tenesh confichanza- habló con la boca llena-.
- Traga por favor, eres un puerco, da asco hablar así contigo- me burlé-.
- Porque en vez de perder el tiempo conmigo no vas a su lado, no sé, le recuerdas quien plantó las dos semillas que tiene germinando o practican para un tercer sobrino, algo así, para que se te quite el mal genio.
- Eso haré- me reí- Pero primero la castigaré un rato.
- Giuuuuuuu no quiero saber nada sobre eso; bastante tengo con el recuerdo de sus jadeos y de tu ¡feo culo desnudo¡ -recordé la vez que no me descubrió teniendo sexo con Kris contra la pared, en un remolque de grabación-.

- Fue tú culpa por no golpear antes; era mi hora de almuerzo y de recreo- contesté orgulloso-.
- ¡Basta!.. Mejor te corto-no podía evitar aguantarse su risa-.
- Adiós hermano, gracias como siempre por escucharme- le agradecí de corazón-.
- Para eso estoy hermano, saludos a mi american girl.
- Se los daré, adiós, -corté la llamada.-

Llegué hasta la casa de los papás de Kristen. Como le había dicho, una vez que la enana se despertó, la dejamos en la casa que yo le había comprado a mi familia años atrás para que cada vez que visitaran Los Ángeles no se tuvieran que quedar en hoteles.

Nosotros marchamos a la nuestra que estaba a pocas cuadras. Mi esposa preparó la cena, me hizo mi sopa de tortilla; seguramente suponía que me hallaba un poco enojado y me quería contentar con la comida, -que ilusa mi mujer que pensaba que con una sopa sería suficiente…-

Me divertía ver como Kiki quería acercarse, “accidentalmente” se restregaba con mi cuerpo, se agachaba para mostrarme los senos, pero yo me alejaba o buscaba una excusa y me ponía a hacer alguna tontería.
Fui a bañarme mientras ella lavaba los platos; cuando había terminado y estaba el agua caliente cayendo sobre mi cara, unas pequeñas manos me sorprendieron abrazándome desde atrás..
- ¿Te tallo la espalda amor? –me preguntó acercándose aún más y acariciando mi pecho.
- No mi vida, ya terminé pero dúchate tú. No te vayas a resbalar. Te pongo una toalla en el piso para que salgas tranquila, -con lo cual abrí la puerta de cristal y no pude evitar voltear a verla con un puchero de enojo en su hermosa cara.

Ya en el cuarto me sequé y me puse unos boxers negros, bajé a revisar la puerta y la alarma, al entrar a la cocina se me antojó algo dulce, extraje del refrigerador un bote grande de helado Haagen Dazs de vainilla, con una cuchara lo empecé a comer directamente del empaque. Subí nuevamente prendí el televisor y me puse a ver una película de acción, cuando el agua dejó de correr. Espere a ver que me traía mi esposita con sus hormonas revolucionadas.

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KPOV

¡Estúpido hombre¡ ¿que se cree? No habla conmigo, no aclara lo que le molesta, sé que es por Michel, pero….me ignora y me rechaza cuando tengo ganas de que me haga el amor… hasta por el bienestar de sus hijos debería hacerlo… pero bien, sino quiere…pues él se lo pierde. Si quiere ignorarme que sufra sus celos en silencio. Soy una mujer adulta que no se presta a esos juegos de highschool.

Salí con cuidado de no caerme, tampoco quería arriesgar a mis hijos con mi mal humor. Me sequé y como no esperaba acción esta noche, por culpa de mi marido celoso, me puse simplemente unas bragas blancas y una camiseta suya con cuello en V, oía la televisión prendida en lo que yo me secaba el cabello, una vez que terminé me dirigí a acostarme, con mi voluntad de hierro intacta, para que mi marido celopata se entere que a mí no me chantajea. Soy una mujer valiente y decidida…

¡MADRE MÍA! -pensé-, como se atreve éste hombre a ser tan sexy, tumbado en la cama únicamente con sus bóxer negros apretados, sus largas piernas estiradas y viendo la televisión lamiendo una cuchara de un modo que debería ser ilegal, sin que siquiera una miradita me dirigiera, tranquila Kristen, tranquila, respira, -repetía en mi interior- tú eres fuerte no le demuestres como se te hace agua la boca, total nadie muere por un día sin sexo, tranquila –me repetí –

- Robert, puedes levantarte por favor, quiero mover el edredón y acostarme ya, -le dije un poco gritándole-
- Si amor ahora me levanto, pero muévete un poco no tapes el televisor- -me dijo moviéndose lentamente, no se fijó en la cuchara que dejó caer un poco de helado encima de su pecho, en concreto sobre su pezón izquierdo-
- Hay esto está frío, -me miró sonriendo el muy………. descarado glotón, llevó su mano izquierda a su pezón y con su dedo índice levantó el helado que corría deliciosamente por su pecho, llevándolo a su boca lo chupo fuertemente mirándome a los ojos- mmmmm pero que rico sabe… este helado es increíble.
- ¡Quita ya que tengo sueño¡ -le grité de enojada, Dios mío seré la primer mujer embarazada que explote de frustración sexual, por el insensible de su marido-.
- Amor ¿porque estas de mal humor? –preguntó con ojos que pretendían ser inocentes-
- ¿Por qué? ¿Tú por qué crees? ¿Por dónde empiezo? Será quizás porque no hablas conmigo, porque no me dices que te molesta que haya visto y hablado con Michael, porque comes helado y no me invitas, porque aunque tenga ganas no me haces el amor? Porque….
- Para para amor –me dijo levantando las manos frente a él- a ver corazón un momento, no hablo contigo porque no hay nada que decir, no me molesta nada y no se a cuál Michael te refieres, y no te ofrecí helado porque quedaba muy poquito y ya me había terminado el bote, y pues mi vida estoy cansado de andar caminando por todos Los Ángeles buscando tus encargos, pero todo está bien no pasa nada en serio…
- Está bien Robert, si así quieres actuar y pensar que me engañas de acuerdo no voy a discutir contigo, -levanté rápidamente el edredón y me metí debajo de las sábanas frescas esperando que me bajara un poco la calentura, cuando escuche que el muy cínico se reía… mmmmmm muy bien –pensé- vamos a ver si el señor/despiadado/con su esposa embarazada, es tan indiferente como pretende hacerme creer, empecé a removerme debajo de las sabanas.
- ¿Qué haces amor? –me preguntó-
- Me dio calor, ya sabes con el embarazo pasan estas cosas, -me senté lo más lento que pude, retiré el edredón, y me puse de rodillas en la cama quitando mi camiseta en el proceso. La retiré lo más sensual que pude dejando mis brazos por encima de mi cabeza y dejando mis senos frente a la vista de mi esposito- uffff ahora sí que alivio no estar confinada en ésa camiseta con el calor que hace aquí, bueno mi amor buenas noches, que descanses. Apague la pequeña luz de mi mesa de noche, me metí debajo de las sabanas y me puse de costado cerrando los ojos…rápidamente me perdí en el sueño…


RPOV

¡Serás estúpido hombre¡ ¿Qué digo estúpido? ¡ERES UN PENDEJO¡ Pero solo a ti se te ocurre desaprovechar esta oportunidad. Tienes en tu cama a la mujer más hermosa y sensual del mundo y te pones de James Bond a castigarla… serás…. Lo dicho… ¡un pendejo¡ -me recriminaba mientras veía a Kris respirar suavemente, demostrándome que estaba profundamente dormida-

Sé que está mal pero empecé a rebotar en la cama para ver si se despertaba…nada.

Subí un poco el volumen de la película ... nada.

Maldita sea mi suerte y ahora qué hago…. De recordar sus palabras y ver su espalda blanca tan suave a mi tacto… pues … yo estaba con una carpa en los boxers ¿y ahora? Sinceramente pensé en ir al baño y darme una ayudadita para bajar este dolor de bolas… pero me daba un poco de vergüenza admitir que eso era algo que únicamente hacia cuando Kris o yo estábamos de viaje trabajando y pues… no me aguantaba las ganas... pero ahora, con esta Diosa aquí a mi lado…me sentía un pecador de pensar en hacer eso cuando la solución a mi problema estaba aquí tendida a mi lado.

Mmmmmmm buenoooooo a grandes problemas… ¡grandes soluciones!

Me tendí sobre mi costado, muy despacito a su lado y la recargue en mi pecho, su espalda de inmediato reconoció que es ahí a donde pertenece y se relajó sobre mi.

Acaricié su hombro…ésta piel satinada siempre ha sido y será mi perdición, puse pequeños besos sobre su clavícula en lo que seguía acariciando su brazo, rocé uno de sus grandes senos, maravillándome que esos globos blancos dentro de poco tiempo serían el alimento de mis bebes. Bajé un poco más mi mano pasando por la protuberancia donde mis hijos crecían dentro de su madre. Agradecí una vez más el milagro que estábamos viviendo.

Mi mujer al sentir mis caricias se recostó sobre su espalda momento que aproveche para ubicarme entre sus piernas acaricie sus caderas y le dí un pequeño mordisco a uno de sus pezones cuando despertó y abrió los ojos.

- ¡Robert que haces? –dijo un poco asustada-
- Nada amor… estoy haciendo el inventario del hogar de mis chicos… un pequeño check-list.
- Pero… oh Dios…- ronroneó cuando le di otro mordisco en su cadera- dijiste que estaba cansado de tanto caminar.
- Y lo estoy… pero estoy inventariando así que no me interrumpas, -dije subiendo rápidamente y tomando esa boca deliciosa entre mis labios- mmmmm labios gruesos y carnosos –succioné su boca con fuerza-

- Revisado; metí con fuerza la lengua en su interior, acaricie su paladar y los dientes superiores; lengua pequeñita pero juguetona, -volví a morder- revisada; -sin dejar de acariciar con mis manos sus senos empecé a bajar- cuello blanco apetitoso para cualquier vampiro… o actor que interprete vampiros, -mordí el lado izquierdo- revisado…. Mmm estos senos requieren revisión especial… están enormes –le dije masajeándolos- metí lo más que pude de una de sus tetas en mi boca, pasé la lengua sobre el duro pezón.
- Muérdeme Rob, muérdeme, -pedía entre jadeos mi esposa, y quien soy yo para negarme…-
- ¿Así amor? –pregunté mientras mordía ese pico oscuro que me hacía casi venir cuando pasaba mi lengua sobre él-

- No, más fuerte y chúpame quiero que me chupes por todos lados –gemía-
- ¡Puta Madre! ¿Existe algo más sexy que tu esposa pidiendo cosas con una boca sucia? Naaaaa no lo hay…- succioné con fuerza cuando en forma inesperada sentí un líquido en mi boca…
- ¡Por Dios!!!!!!! Kris ¿te lastimé? ¿Qué es eso? –pregunté algo asustado-
- No sé amor… podría ser…. Pero no creo…. –dijo mirándome-
- ¿Qué?...  ¿Què fue? –repetí asustado-
- Pues… creo que fue algo de … leche, leí en uno de los libros que esto puede pasar… ¿Sabe mal? ¿Te repugnó? – me preguntó, pero como decirle la verdad sin que piense que se casó con un pervertido… la verdad … sabía bien… me gustó.
- No amor, pero no quiero lastimarte, ó que te sientas incomoda, -respondí lo más honesto que pude-
- Pues Rob… sinceramente sentí un tirón en las entrañas que fue por demás delicioso, sino te molesta ¿lo podrías hacer de nuevo?
- Bueno, pero si te duele me dices, -succioné un poco viéndola a los ojos, mismos que cerró y echo su cabeza hacia atrás con un pequeño grito-.
- Más fuerte, succiona más amor…- y bueno, como todo lo de mi mujer esto también sabía delicioso- aprovecha ahora porque cuando nazcan tus hijos éste alimento estará prohibido varios meses.
- Pues sí, pero ahora es solo mío… como tú, -dije sobre su otro seno el cual también succioné devorando ese centro oscuro que me hipnotizaba-.

Mientras mi otra mano acariciando su vientre empezó a bajar, separé sus rodillas y agasaje sus muslos. Pasé toda la mano por sus labios exteriores y rocé la vulva hinchada de mi mujer, lentamente metí uno de mis dedos acariciando los labios interiores y recogí con mi dedo índice un poco de la humedad que ahí había.

- Mira amor, prueba el manjar más exquisito del mundo, -metí mi dedo en su boca, el cual mordió con sus dientes y empezó a amamantar con fuerza, mirándome con unos ojos de lujuria que hacían palpitar mi pene y ponerme las bolas más duras que unas rocas.
- Se equivoca Señor Pattinson, el manjar más exquisito del mundo es el que yo ordeño de tus testículos cuando te hago venir en mi boca,- dijo una vez que liberó mi dedo dejándolo totalmente limpio. Carajo si con eso no me vine es porque no quería hacer un papelón frente a mi esposa como si tuviera el control de un niño de 15 años, pero si mi pene apuntaba más hacia el techo me perforaría el bóxer en cualquier momento.
- Señora Pattinson, pero que boca más sucia y más follable tiene usted, no le da pena decirle esas cosas, a éste humilde ser humano.
- Nop usted es más delicioso que cualquier hombre, vampiro o lo que sea de este mundo… es más casi tan delicioso como Edward Cullen –dijo riéndose-

Bueno… yo sabía que ese cabrón de Edward Cullen era… yo… pero que lo mencione en éste momento me hizo recordar a ese puto/lamebolas/enano/malparido de su ex novio.

Con enojo me fui entre sus piernas y abriendo su vulva con mi mano, pasé toda la lengua sobre ella, Kristen gritaba incoherencias y me pedía más, abriendo más sus piernas puse mi mano sobre su trasero y la subí un poco para poder introducir mi lengua con fuerza dentro de su vagina, hacia la penetración cada vez más rápida y cuando sentí que se empezaba a contraer sobre mi lengua, me retiré y subí sobre su cuerpo cuidando de no aplastar a mis hijos.



- Nooooo ¿porque paras? –preguntó mientras su cuerpo sudaba de frustración- Me matas, no te detengas –decía con súplica en sus ojos-
- Dime que sentiste cuando ése malparido te tocó y tocó a mis hijos, -pregunté con rabia-
- Nada… bueno si un poco- gruñí de ira y sentí mi cara hervir de enojo- Me di cuenta que se ya no era nuestro momento ni siquiera de ser amigos, que lo que teníamos en común hace mucho tiempo que desapareció, y me confirmó que las únicas manos que embonan con mi cuerpo son las tuyas, que nadie más que tú tiene la llave para amarme y para encenderme, eso sentí –me dijo-

Yo no necesité más palabras para bajarme de la cama, quitarme los boxers, tomarla de las caderas y enterrarme profundamente en su interior.



En verdad ¿alguna vez pensé que podría vivir sin Kristen? Porque eso es imposible, tenerla entre mis brazos, con mi falo penetrando su cuerpo, oliendo su aroma exquisito, siendo acariciado por esas pequeñas manos que para mí eran enormes porque encerraban todo lo que yo era y lo que yo deseaba, este esbelto cuerpo contenía la suma de todos mis sueños y anhelos y había tenido la enorme dicha de que el cielo me concedió conocer a esta mujer y que me ame.

Fue cuando sentí su pequeña mano, acariciando mis bolas, presionando un poco el escroto, y la estrechez de la vagina de mi esposa que me hablaba de su orgasmo, el cual me hacía casi imposible salir de su cuerpo cuando sin poder evitarlo más, me vacié dentro de ella, dejándome caer casi muerto a su lado.

Con los ojos cerrados rodé sobre mi espalda cuando la jalé hacia mis brazos estrechándola fuerte. Fue cuando abrí un ojo que me di cuenta que estaba observándome.

- ¿Qué pasa amor? –le pregunté esperando que no quisiera platicar. Después de éste orgasmo solo quería dormir….o repetir… pero no hablar –pensé-
- ¿Porque dudas de mí Robert? –dijo con la voz algo triste-
- De ti JAMAS KRISTEN STEWART PATTINSON. Jamás. –le repetí muy serio-
- Entonces ¿porque traes a nuestras vidas, un capítulo que yo cerré hace muchos años? Michael fue más un amigo que un novio, cuando nos conocimos había sido él mi único novio, pero no sabía lo que era enamorarse eso lo comprendí hasta que te conocí.

- Amor –respiré lo más tranquilo que pude- comprende que entiendo que TU NO SIENTAS cosas por él pero no me pidas que no sienta celos cuando sé que él sigue enamorado de ti, -dije apretándola más a mi cuerpo por el coraje que me provocaban mis propias palabras-.
- Pero mi vida…-intentó convencerme-
- Pero nada Kristen, -afirmé- tu puedes decir lo que quieras, pero tu no ves como ése puto te devora con un anhelo que me molesta, digo, yo sé que me amas y sé el tipo de mujer que tengo a lado, pero no puedo evitar que me hierva la sangre cuando pienso que él quisiera estar en mi lugar junto a ti, en tu vida, en tu cama y ser el padre de mis renacuajos, -dije acariciando su vientre- Eso NO PUEDO EVITARLO lo detesto por desear lo que yo más amo, -repetí estrechándola-
- Pues nunca lo había visto de ésa forma –aceptó-.
- Lo sé amor, sé que eres una mujer íntegra y no serías capaz se engañarme, es en él que no confió, porque a pesar de los años el sigue esperando que yo me equivoque y tú me dejes para correr a ocupar mi lugar, y eso es algo que nunca voy a permitir, tu eres mía y estos son mis hijos y voy a defender mi lugar a tu lado pase lo que pase, -le dije otra vez enojado-
- Hay mi vida, pero como convencerte de que yo perdí la cabeza y el corazón por un inglés, alto, rubio, de ojos grises y grandes manos.
- ¿Sí? Bueno eso está mejor –afirmé riendo un poco-
- Sip, desde los 17 años, vi por televisión al Príncipe William de Inglaterra y uffff fue un flechazo a primera vista –dijo riendo apretando su cara contra a mi pecho, la “simpática de mi esposita”
- ¿A si?? ¿Mucho príncipe no???, pues usted por el mismo precio se llevó a un vampiro, hechicero, gigoló, policía, empresario, vaquero, astronauta, pistolero, ….
- Ok ok ok lo acepto, todo eso es mucho mejor que un príncipe… y sin los inconvenientes de una suegra ¡fea como Camilla Parker! mi suegra es hermosa, -presumía mientras me hacía cosquillas-
- Cosquillas no Jaymes o atente a las consecuencias –amenacé-
- Grrrrrrrrrrrrrrr odio que me digas Jaymes no te atrevas a repetirlo –dijo haciendo pucherito-
- Pues yo odio a ex novios tocando a mi mujer, a mis hijos, a mi panza y haciéndole groserías a mi sobrina, ¿De acuerdo Jaymes?
- ¿Tu sobrina dices? Nuestraaaa sobrina se portó de lo más grosera con una persona que solo quiso tener una atención con ella, eso no se hace Robert -me dijo algo seria- Maddie se colgó de mi como un baby koala y no me dejaba ni siquiera moverme sin que ella me perdiera de vista, por Dios que tiene ese gen Pattinson que es tan celoso –me preguntó- Se metía como humedad para no dejar que…. Bueno que nadie se me acercara….
- Seeeeeeee ésa es mi enana hermosa, mañana mi hormiga y yo tendremos una plática seria en alguna de las enormes jugueterías de ésta ciudad. Se lo merece por cuidar a su tita y sus primitos –dije orgulloso de mi niña-
- Lo dicho estos Pattinson que no saben de confianza –dijo algo gruñona-
- No es falta de confianza… solo… marcam… digo cuidamos lo nuestro –afirmé seguro de mi mismo- y ya vamos a dormir que mañana sigo en tu ruta de compras de regalos y ya sabes que eso no es lo mío, - la regañé apoyando su cabeza sobre mi hombro-
- Bueno señornadieveamiesposa, por su culpa no tengo sueño así que ahora a ver qué hace para entretenerme.
- Pues como yo no soy Edward Cullen y si duermo, y no tengo fuerza para cantarte, mejor póngase a contar borreguitos y deje dormir a su comprensivo marido–dije cerrando los ojos y apretando su brazo a su alrededor-.

KPOV

Eso sin duda no me convencía. Después de admitir sus todavía celos enfermizos y no estar nada arrepentido de ello me dejó algo preocupada, porque yo bajo ninguna circunstancia haría algo que lastimara a éste hombre que amaba por encima de cualquier cosa.

Mucho menos algo tan bajo como darle alguna esperanza a Michael; el verlo el día de hoy me demostró que pues… él fue un buen amigo con quien me divertí y aprendí muchas cosas pero … formaba parte de mi pasado. Mi presente y mi futuro era este hombre divino que me abrazaba como si su vida dependiera de ello, los hijos que llevaba en mi interior, nuestras familias y nuestras carreras, todo en ése orden.

Pero la verdad es que tampoco tenía sueño, entre las ganas frustradas, el orgasmo de concurso, la plática de celos masculinos, mis hormonas alborotadas y el hombre guapísimo desnudo a mi lado, todo lo que quería era… algo de atención no es que quisiera otra ronda… solo no podía dormir.

- ¿Robert estás dormido? –pregunté bajito-
- Sí, totalmente –afirmó-
- Y ¿si estas dormido porque contestas? –le di un ligero codazo-
- Porque es mi yo interno que responde pero no estoy consciente,  –me agarró la mano para que no lo golpeara otra vez-
- A bueno crees que tu yo interno quiera platicar conmigo –pregunté aguantándome la risa-
- No, no lo creo, este yo interno es el inglés gruñón y poco sociable que tu casi nunca ves, mejor duérmete antes de que te asuste y en verdad no puedas dormir –dijo apretando su agarre sobre mi ahora casi inexistente cintura-
- Bueno es que veras… -dije subiendo mi rodilla y acariciando a Thomy-, estoy algo distraída y pensé que mi marido me podía entretener un ratito -hice más fricción sobre su pene viendo como apretó los dientes pero no abrió los ojos-
- Pues su marido está profundamente dormido –respondió-
- Ok lo dejaré dormir mientras me entretengo con su yo/interno/gruñón.

Agache mi cabeza mordiendo y chupando su pezón, gimió un poquito más pero seguía sin abrir los ojos, pasaba la lengua por sus pectorales acariciando su pecho,  extendí mis caricias a su pene que empezaba a reaccionar, señal que tomé quitando su mano de mi cintura y agachándome sobre su cuerpo metí su miembro en mi boca.



Podrían pasar muchos años pero ésta sensación la recordaría para el resto de mi vida, el tamaño de su pene, sentirlo crecer dentro de mi boca, el roce de los vellos de sus piernas sobre mi cuerpo y sobre todo el glande húmedo con su frenillo que me invitaba a pasar mi lengua tantas veces que perdía la cuenta, subía y bajaba disfrutando del placer de saber que solo yo lo tenía así, que podía haber millones de mujeres fantaseando con Robert Pattinson, leyendo fics sin sospechar que la imaginación nunca superaría la realidad, y que era mi cuerpo el que deseaba y mi boca la que podía llevarlo al paraíso.

Abrí un poco mis ojos para verlo, me sorprendió un poco encontrarlo apoyado sobre sus codos observándome, siempre me asustaba solo un poquito cuando hacia eso, digo… yo nunca lo veía cuando me hacía un oral, lo disfrutaba más con los ojos cerrados y pues daba un poco de cobardía, pero esto era algo que Robert gozaba y a mí me seguía causando impresión ver esa mirada lujuriosa.

Seguí con mi entretenimiento cuando él no pudo más y se tiró sobre las almohadas.

- Ni en cien años podría hacerte comprender que esta es la imagen más erótica del mundo…mi verga en tu boca –gemía acariciando mi nuca con su mano derecha-

¡Madre de Dios¡ mi maridobocasucia me ponía a mil¡ apreté mi boca sobre su pene y chupé la punta como paleta de caramelo, fue tanta la presión que las caderas de Rob se levantaron de la cama apoyándose en sus pies y gritó:

- NO PARES… esto es el paraíso… TU ERES EL CIELO, mi cielo particular-

Con esas palabras, pues…ni que fuera de hielo… me encendía verlo así, sudando, con las manos apretando la sabanas, sus piernas abiertas, los dedos de los pies contorsionados de placer, con todo eso no pude más que acariciar su perineo y apretar un poquito los testículos para que se viniera con fuerza arrojando un gran chorro dentro de mi boca. Tragué aquella cantidad de leche y seguía acariciando con mi lengua toda su longitud y succionando un poco más en la punta.

Una vez que lo libere de mi boca, gire a verlo y estaba desmayado sobre las almohadas, subí un poco y sople sobre el vello que formaba la V en su vientre, al inicio de su camino feliz… tenía unas pocas gotas de sudor… mismas que lamí dando pequeños besos alrededor de su ombligo.

Abrió un ojo y levantó un poquito la cabeza, sonriendo me dijo:

- Tú en verdad quieres matarme. Si es para heredar mi dinero, no hay necesidad de que me asesines de un orgasmo… todo lo tengo a tu nombre, así que déjame vivir –dijo melodramáticamente-
- A que bien… entonces ya no te daré ningún orgasmo, de todas formas soy la dueña de todo- dije retirándome de su cuerpo-
- Noooop, mañana mismo pongo todo a nombre de Bear y Nala… tu sígueme seduciendo e intenta quitarme mis libras esterlinas… -dijo riendo-
- Robert para que te quede claro… eres mi esposo, mi amante y mi mejor amigo. Cualquier persona, conocido ó desconocido nunca podrá ocupar tu lugar. Ese es tuyo igual que yo. Te amo no dudes de mi amor y mi compromiso hacia ti.

No respondió nada y estuvimos un rato abrazados, se incorporó un poco para apagar el televisor y la luz que seguía encendida.

Cuando perdí la esperanza de que respondiera, me venció el sueño y entre brumas escuché:

- Eres mi vida entera.

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Que les parecioo?? necesitan a caso un cambio de bragas?? Se imaginan a Rob diciendo esas cosas porque la verdad yo siii!!! hahah

Y por ultimo le deseamos lo mejor a nuestra perver mayor alias Rosy que se va de viaje y no estara con nosotras por un ratito, esperando que se de una vuelta por el chat, pero si no es asi ps que te la pases muy bien cunis sabes que se te quiere reehartoooo!!!! <3